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Leyendo esta obra, un episodio en particular
me hizo pensar en La Dama Boba, de
Lope de Vega (1614).
Aunque ambas obras no sean de la misma época,
encontré similitudes. Podemos empezar diciendo que las dos obras tienen un carácter
cómico omnipresente (más en El Payo de la carta, quizás debido a que sea más
corta).
Vi en las dos obras una cierta crítica: en El Payo de la carta se trata de una oposición
ciudad frente al campo con payos andaluces que tienen su habla y en La Dama boba una crítica del lugar de la
mujer en la sociedad y sobre todo su intelecto.
Para recordar, La Dama Boba cuenta la historia de dos hermanas de buena familia que
están a punto de casarse: se llaman Nise, discreta y a quien le gusta la literatura,
y Finea, una chica boba que encontrará el intelecto con el amor.
Bartolo y Finea son dos personajes los que para
mí tienen muchos rasgos en común: no saben leer, no son discretos, les gusta
mucho hablar…
Ahora, voy a hablar de un extracto en
particular:
Graciosa. Cabalmente aquí tenía
por casualidad en la mesa
la tragedia que decís.
Haremos un paso de ella.
Usted póngase de pies;
y, con la presencia recta,
haga lo que yo diré,
para ver cómo le pega
(Pónese Bartolo en figura
ridícula. La Gra-
Ciosa representa con afectos;
y el la quiere
Imitar.)
Bartolo.
Eche usted por esa boca.
Graciosa. Escuche y atención tenga.
Bartolo.
Escuche y atención tenga.
Graciosa. ¡Que no he empezado, salvaje!
¡Habráse visto tal bestia!
Bartolo.
¡Que no he empezado, salvaje!
¡Habráse visto tal bestia!
Graciosa. Aguarda, que ahora comienzo,
y seguirás.
Bartolo.
¡Vaya de ésta!
Graciosa. <El hórrido furor que inexorable
fué momento infeliz de mi
destino,
es hoy de mi desgracia el
sanguinario
instrumento fatal que se
previno.>
Ahora dígalos despacio,
estos versos que yo he dicho,
con seriedad.
Bartolo.
Allá voy.
No me acuerdo del principio.
Graciosa. ¿Ahora estamos ahí?
Pues vaya; diga conmigo:
El hórrido furor que inexorable…
Bartolo.
El jocico furor que perdurable…
Graciosa. Fué momento infeliz de mi destino…
Bartolo.
Fué comiendo con Félix el pepino…
Graciosa. Es hoy de mi desgracia el
sanguinario…
Bartolo.
Es hoy con linda gracia el luminario…
Graciosa. Instrumento fatal que se previno…
Bartolo. Según muerto está ya, que traigan vino.
Graciosa. Grandemente; grandemente.
Bartolo.
Yo tengo buena memoria,
y no se me olvidará:
<El jocico feroz que
perdurable
fué comiendo con Félix el
pepino,
es hoy con linda gracia el
luminario
según muerto está ya, que
traigan vino.>
Como soy, que de esta hecha
Salgo el mejor trageriante
que hay en todas las tragerias.
Y el de La
Dama Boba:
RUFINO: Ésta es “k”.
Los españoles
no la solemos poner
en nuestra lengua
jamás.
Úsanla mucho
alemanes
y flamencos.
FINEA: Qué galanes
van todos éstos
detrás!
RUFINO: Éstas son letras también.
FINEA: ¿Tantas hay?
RUFINO: Veintitrés
son.
FINEA: Ahora vaya
de lición;
que yo la diré muy
bien.
RUFINO: ¿Qué es
ésta?
FINEA: Aquésta no
sé.
RUFINO: ¿Y ésta?
FINEA: No sé qué
responda.
RUFINO: ¿Y ésta?
FINEA: ¿Cuál? ¿Ésta,
redonda?
¡Letra!
RUFINO: ¡Bien!
FINEA: ¿Luego,
acerté?
RUFINO: ¡Linda
bestia!
FINEA: ¡Así, así!
Bestia, ¡por Dios!,
se llamaba;
pero no se me acordaba.
RUFINO: Ésta es
erre, y ésta es i.
FINEA: Pues, ¿si tú
lo traes errado...?
NISE: (¡Con qué
pesadumbre están!) Aparte
RUFINO: Di aquí: b,
a, n; ban.
FINEA: ¿Dónde vas?
RUFINO: ¡Gentil
cuidado!
FINEA: ¿Que se van, no me decías?
RUFINO: Letras son. ¡Míralas bien!
FINEA: Ya miro.
RUFINO: B, e, n; ven.
FINEA: ¿Adónde?
RUFINO: ¡Adónde en mis días
no
te vuelva más a ver!
FINEA: ¿Ven, no dices? Pues ya voy.
RUFINO: ¡Perdiendo el jüicio estoy!
Lo que me llamó primero la atención es que
tanto a Bartolo como a Finea, se les llama “bestia”. Quizás por la falta de
inteligencia y omnipresencia de bobería.
Los dos reciben “clases”: Finea clases para
aprender a leer empezando con el alfabeto y Bartolo con la Graciosa que se
improvisa maestra de teatro.
Y los dos, tanto Finea como Bartolo
proporcionan la comicidad de la obra. Bartolo intenta repetir después de la
Graciosa pero dice totalmente otra cosa y además son frases que no tienen
sentido. En estas frases se ve muy bien el drama de la vida corporal y el
costumbrismo. Y en cuanto a Finea, repite después de su maestro las letras del
alfabeto, pudiendo pensar en que una letra se pueda llamar “bestia”.
Los dos piensan hacerlo muy bien: Finea
piensa decir bien las letras y comprender lo que dice el maestro mientras que
éste solamente deletrea palabras y elle le contesta. Y en cuanto a Bartolo,
piensa decir muy bien las frases de la obra de teatro.
Para terminar con estas semejanzas, podemos
añadir que en las dos obras se encuentra algo literario: siempre lo intelectual
frente a la ignorancia. Nise puede representar el lado culto de La Dama Boba, y la Graciosa con su
tragedia del Mitrídates lo representa
en El Payo de la carta.
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